Laura Chinchilla: Liderazgo con cara y corazón de mujer: Ni Más ni Menos

Fue Ministro de Seguridad y la primera presidente mujer de su país, Costa Rica, entre 2010 y 2014. Recibió el premio a Mujer de la Década por el Women Economic Forum. Según el Foro Económico Mundial, es una de las mujeres más importantes de Centroamérica y una de las dignatarias más respetadas del mundo entero. Miembro del Comité Olímpico Internacional y Vicepresidente del Club de Madrid, la organización que nuclea a líderes políticos con el fin de fortalecer la democracia a nivel mundial. Presidió la comisión sobre Elecciones y Democracia en la era digital en la Kofi Annan Foundation y es además, una gran docente y titular de la Cátedra José Bonifácio de la Universidad de San Pablo, del Instituto Tecnológico de Monterrey y del Institute of Politics and Public Service de la Universidad de Georgetown.

La lista sigue…

Si la presento así es para hacer justicia a algo que Laura Chinchilla una vez me comentó: que cuando se presenta a una mujer, en general se tiende a endulzar su perfil con rasgos personales o notas emotivas. Como si sus méritos académicos y ejecutivos no la representarán en su totalidad. Como si hubiera que justificar sus logros un poco.

Y, sin embargo, como conozco a este maravilloso ser humano puedo permitirme decir algo más sobre ella, sin restarle ninguno de los méritos que enumeré más arriba, pero con la intención de dar luz en toda la dimensión de una mujer que es un permanente referente para otras y que nos inspira y demuestra todo lo que como podemos lograr.

“Cuando gané las elecciones de 2010, me convertí en la primera presidente de Costa Rica”, dijo Laura en una entrevista. “En los primeros días de mi gobierno visité escuelas en las que me hablaron de una tendencia: muchas niñas habían presentado sus candidaturas para ser las presidentas de curso.

Durante los siguientes cuatro años, una escena se repitió a menudo a donde iba: niñas y colegialas me decían que cuando fueran grandes ellas también serían presidente.”

Esta anécdota nos trae la esencia de Laura Chinchilla: que muestra cómo hacerlo y abre el camino sin alardes ni faltas vanidades. En una época en la que todo el mundo habla de brecha de género y de reivindicaciones para las mujeres, Laura Chinchilla trabaja para empoderar a las mujeres desde niñas y las apoya con acciones cuando son mayores.

Laura es fresca, sincera y auténtica. Compartimos la misma lucha apasionada por el empoderamiento económico de las mujeres. Destila fuerza, y al mismo tiempo es cálida, generosa, siempre tiene tiempo para dar, fuera de agenda y sin beneficio propio.

Apenas le contamos del proyecto de SheWorks!, nuestra plataforma tecnológica que promueve la independencia económica de las mujeres, nos ofreció su apoyo, y desde entonces es la Presidente de nuestro Directorio.

Laura tiene una visión esperanzada sobre el rol de la innovación y las posibilidades de desarrollo que trae a los países de Centroamérica y América Latina, y este es el norte que guía sus pasos.

Con SheWorks!, además de hacer posible el trabajo remoto y la transparencia, buscamos tener un fuerte impacto en la seguridad, porque permite a las mamás estar más cerca de los hijos, orientándolos, y les ofrece una alternativa a la difícil opción de emigrar poniendo en riesgo sus vidas en las fronteras.

Y la lista sigue nuevamente…

Laura Chinchilla formó parte del primer congreso costarricense que, en 2002, se constituyó con 35% de mujeres de distintos partidos políticos para elegir a más mujeres en los cargos de la Corte Suprema de Justicia y balancear su composición.

“Si uno analiza, soy una mujer con una trayectoria similar a la de la mayor parte de mujeres costarricenses. Vengo de una familia de clase trabajadora, fui a una escuela pública, compartí con gente en el vecindario. He salido adelante con el apoyo de mi familia y, en lo fundamental, por un gran deseo de superación, como ocurre con la mayor parte de las mujeres”, dijo en una ocasión.

En el marco del día Internacional de la Mujer, quiero celebrar a las mujeres que inspiran con el ejemplo mostrándonos que todo es posible, a las que apoyan a otras mujeres y luchan mano a mano y codo a codo para lograr un mundo más inclusivo para todas, a las que luchan por la igualdad y por los derechos de la mitad del Universo y logran con acciones y no con intenciones crear un mundo de oportunidades para todas.

Mi deseo es que el mundo tenga más líderes con la convicción, la fortaleza, la resiliencia, la visión innovadora y el corazón de Laura para luchar por un futuro inclusivo para todas las latinoamericanas, donde podamos “ser humano y mujer, ni más ni menos”, como dice la poeta uruguaya Ida Vitale.